Laura Pratto, el Viejo Antonio
y el dúo Amaya - Monti
El próximo domingo 27 a las 20hs, Laura Pratto, sanfrancisqueña que reside en Buenos Aires, presenta sus poesías en la biblioteca popular SomosViento. Esta escritora, que pasó por el taller literario municipal hace varios años, lleva editados tres libros y acaba de presentarse hace unas semanas en la “Mesa de poesía del shock: cómo decir mucho escribiendo poco” en la Feria del Libro de Córdoba 2009, junto a Rosario Bléfari y Carla Slek.
Laura Pratto viene a presentar su último libro: Cría, publicado por la editorial cordobesa Recovecos. Además recorrerá sus dos trabajos previos: Alcance y El hilván, ambos publicados por Editorial Bajo la Luna.
Esa misma noche, SomosViento presentará públicamente el suplemento “Me contó el Viejo Antonio”, que quincenalmente acompañará las respectivas ediciones de domingo de El Periódico. En este pliego de cuatro páginas, esta biblioteca popular de la ciudad desarrollará un trabajo periodístico con informes, columnas de opinión, reseñas y entrevistas, referentes al acontecer cultural de la región.
Acompañando estas propuestas, la jornada se completa con las canciones de los músicos locales Diego Amaya y Pablo Monti.
Se invita a todos los vecinos de la ciudad, a llegarse a SomosViento, en Juan de Garay 3297 esquina Brasil de Barrio Cottolengo. La entrada es libre y gratuita.
GRACIAS POR DIFUNDIR & REENVIAR ESTE MATERIAL CULTURAL AUTOGESTIONADO E INDEPENDIENTE
(poema de Cría)
la lista comienza donde terminó:
sereno, justo él
del palacio municipal, donde hubo navidades
a los pies de San Martín en un cuadro
gigante. pintor
en el cementerio sanfrancisqueño
cuenta que vio cada cosa
era impresionante
y te sacaba el hambre al principio
lo que después se hizo habitual
mezcla de juego y desahogo
entre compañeros algo así
como el regreso del muerto, blandía
una extremidad
a salvo de la descomposición.
instalador de la planta depuradora de líquidos.
de líneas telefónicas.
inspector de la perrera.
encargado del corralón de materiales.
mozo del hotel donde una vez se hospedó
Rafaella Carrá, fue así nomás
a llevarle un café y no me olvido cuando dijo avanti.
y de otra Rafaela, la ciudad, empleado en el Bo
wling,
la confitería El Ciervo y el Jockey, tanta timba
que trajo a casa más de una vez
mazos de naipes ya tenidos y descartados
por los jugadores exquisitos para sus hijos
que nos sentíamos ricos y no
nos hacía falta siquiera jugar con ellos
encimados como una carrada de guita.
operario de la fábrica de caramelos.
de la de bolitas de vidrio.
la de zapatos.
una de escobas y cepillos
otra de cosechadoras, un sinfín
para cada tolva que armaba.
cobrador.
réferi en el tiempo en que el fútbol
se lustraba con sebo se iba a la cancha
con instrucciones que entonces no podían fallar
doblar después de ese alambrado
donde hay siempre parada una lechuza
el monte ahí nomás
y los indios te corrían a piedrazos
los arqueros no usaban guantes
y era mejor aquel día recuerda
que en vez de sacar amarilla o roja fue azul
la tarjeta en realidad
un papel que tenía olvidado
en el bolsillo, nada que ver, pero así fue
la apostilla de la fecha en el diario local,
es lo que cuenta, de nuevo.
venía un temporal y te arruinaba la cancha:
ladrillero, de ahí salió
lo de hacer la liga en la teoría
del buen barro, también
me gustaba ir de noche
cuando se prendían los hornos
y era una de comer y chupar.
vendedor de rifas
la de River y la de Boca al mismo tipo
le vendo las dos, si es de River
porque es de River y si es la de Boca
para que gane algo y les haga el daño.
empedernido
jugador también:
se envenenó la pelota, una vez
patié un tiro libre
y vi que la negrada se empezaba a alborotar,
pensé que había quilombo pero no,
le había dado a un panal de avispas.
cosechero de la papa, la aceituna y el maíz,
que deschalaba, pasaba el arado
salían las papas pero también las víboras.
capaz alépátanpíchu
de acordarse de un lugar
por la fiesta en torno al cultivo
que se hacía allí una vez
por año: sabía ir a bailar además
a Tranfuerza. Pabellón Industrial. Piquete Las Flores.
República del Oeste. y en su San Carlos natal
empleado en la cristalería ya de chico
masnà
se daba una idea: soplar no es hacer botellas